domingo, 6 de octubre de 2013

BIEN POR LOS JUECES FEDERALES QUE NO INCRIMINAN A MILANI



Fuente: Correo de lectores

La fiscalía general de Tucumán informó a Alejandra Gils Carbó, la procuradora general de la Nación, que "no surgieron elementos que aconsejaran o se bastaran para sostener una acusación seria" contra el jefe del Ejército, César Milani, en las denuncias sobre su supuesta participación en el "Operativo Independencia”.
Se entendió, y así se dictaminó, que la "sola 'comisión' a Tucumán, a la 'Zona de Operaciones', o al 'Operativo Independencia', entre los años 1975/1983 no constituye un delito, ni implica necesariamente la participación criminal en su comisión”. Más claro, “echale agua”. Porque Milani era un muchacho de no más de veinte años recién egresado del Colegio Militar; un subteniente que debía cumplir órdenes destinado a la Zona de Operaciones (de combate) por una orden emanada, en última instancia, del gobierno constitucional peronista.
Así como los tripulantes del crucero General Belgrano no participaron de la decisión de navegar ese fatídico 2 de mayo de 1982, Milani tampoco eligió ir a Tucumán. Ahora bien, ¿que es lo que lleva a que la fiscalía general de Tucumán deba declarar, taxativamente, que participar en el “Operativo Independencia” no constituye un delito?¿Acaso, algún juez o fiscal así lo considera?
Circula por ahí una patraña que afirma que el Operativo Independencia fue una suerte de “laboratorio experimental de la represión estatal”; verdadera necedad tendenciosa para consumo de badulaques, puesto que fue la acción violenta de la guerrilla terrorista en el monte la que originó el “laboratorio” represivo y no a la inversa. ¿O es que se piensa acaso que el gobierno peronista no tendría que haber reprimido?
Fue el mismo, Juan Perón, el que les advirtió a los diputados montoneros de que manera se iba a reprimir (“Nosotros vamos a proceder de acuerdo con la necesidad, cualquiera sean los medios. Si no hay ley, fuera de la ley, también lo vamos a hacer y lo vamos a hacer violentamente. Porque a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la propia violencia”).
¿Qué límite de odio patológico hay que rebasar para instalar el disparate que los miles de soldados destinados al Operativo Independencia son genocidas? Nunca, durante el mandato K, ningún juez o institución del Poder Judicial se expresó tan claramente a favor de un soldado. Se trata de un General K, es cierto, pero, bien por lo que le toca.
Ahora, la ley debe ser pareja. Hay cientos de oficiales que, por un diez por ciento de lo que se lo acusa a Milani, se están pudriendo en las cárceles o están siendo procesados. Es más, algunos acusados por supuestos delitos de lesa humanidad perpetrados fuera de Tucumán, que por el hecho de haber participado en el “Operativo Independencia” dispara un agravamiento de su situación procesal; haciendo, por ejemplo, que una carátula de “participación secundaria”, automáticamente, se convierta en “participación primaria”.
La indefensión de los acusados de lesa humanidad es tal que si cualquier fulano se presenta y declara, ante el juez que el subteniente mengano le confesó que torturó a sultano, es más que suficiente para llevarlo a juicio y condenarlo. No se necesitan pruebas, el testimonio de la “víctima”, aún la de un asesino de izquierda, es suficiente para mandar “en cana” a un “represor”. La palabra de éste no vale ni un céntimo.
Al General César Milani no le están haciendo ningún favor desde el poder con desincriminarlo. La fiscalía general de Tucumán ha hecho justicia con él ­Hay miles que piden lo mismo!

Eduardo Atenor
Maria Inés Hansen
Mario A. Cabanillas
Luisa Maria Arias
Sergio Bassani
Alejandro Patrón Costas (h)
Mauricio Ortin
Luis M. Cabanillas
María Cecilia Arias,
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