viernes, 26 de marzo de 2010

EL DESARROLLO DEL TURISMO


Por Silvio H. Coppola

Según anuncios oficiales, nos enteramos con alegría y sorpresa, que en este año, nada menos que ¡¡veinticuatro millones de argentinos!!, hicieron turismo en el país. No sólo por la cantidad de privilegiados, nada menos que el 60% de la población, sino también porque ese turismo ha sido efectuado en la patria, lo que significa que no habrá distracción de divisas al extranjero, salvo los casos de los más ricos, que seguramente habrán viajado a algún otro lado.


Meditando un poco sobre todos estos datos, la sorpresa queda, pero la alegría se disipa. ¿Un país que según datos extraoficiales, tiene al 40% de su población debajo de la línea de pobreza, puede tener esos lujos? Y mucho más, considerando que ni siquiera han pasado tres meses en lo que va del año. Salvo por supuesto, que se consideren viajes turísticos ir a alguna pileta o al baño del fondo para bañarse, claro, siempre que los turistas tengan baños en sus casas. ¿Habrá en consecuencia alguien que pueda creer estas manifestaciones de la propaganda gubernamental? Cuesta imaginarlo.
Es indudablemente mal proyectada y peor realizada, porque cuando la mentira es tan enorme y evidente ¿quién puede creerla? Y entonces ella se vuelve contra los que la producen. Así ¿qué otra cosa podrá creerse que asegure el gobierno?
Y así se caen como los pedazos de un vidrio destrozado, todo lo asegurado y repetido sobre obras, construcciones, mejoras, auxilios, emprendimientos y cualquier otra cosa que se publicite, sobre todo por televisión., terreno usufructuado por el poder público, con el pretexto de permitir a todo el pueblo ver los partidos de fútbol directamente.


En consecuencia, el engaño se vuelve contra los que lo originan.
El público en general es cándido y muy creyente de los que los medios le informan con buena o con mala fe. Pero es evidente que esto tiene un límite. Y el gobierno lo ha sobrepasado.
La resultante es que se ha engañado solo.


LA PLATA, marzo 26 de 2010.

LA CORTE NACIONAL RECONOCIO A LOS MILITARES EL BLANQUEO DE SUMAS NO REMUNERATIVAS NI BONIFICABLES

En la foto: Militares, una especie en extinción que en algún momento percibirán un poco más... pero que en una proyección evaluando la decadencia política en la materia, van rumbo a su desaparición
El Gobierno deberá abonar cuatro mil millones de Pesos a los militares por el blanqueo de sumas no remunerativas ni bonificables, según una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Los militares en actividad reclamaron después de los juicios iniciados por los retirados, y el mismo reclamo fue iniciado por las Fuerzas de Seguridad.

Cabe destacar que lo percibido por militares y Fuerzas de Seguridad no son salarios, sino haberes, y por tanto no son competentes los tribunales laborales, sino los administrativos. La confusión en esta materia conlleva una falsa concepción de la estructura jerárquica, equiparando la obediencia militar a la obediencia en el marco de una relación laboral, cuando nada tienen que ver entre sí.

Entre los años 1991 y 1992, durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, fueron incorporados a los haberes ciertos suplementos por "responsabilidad de cargo o función" y "por calidad de residencia", los cuales no fueron incorporados al haber básico ni se efectuaron descuentos sobre ellos los descuentos previsionales, pero sólo para militares en actividad, mientras que los retirados no gozaban de recomposición alguna.

El blanqueo significa un aumento entre el 30 y el 35% de los haberes, en tanto que cerca de mil retirados perciben actualmente más que los de su misma jerarquía y en actividad.

Desde 1996 los oficiales en actividad iniciaron acciones administrativas por el mismo reclamo

En el Ejército, el general Aníbal Laiño emitió un radiograma que afirmaba: “Los reclamos en ese sentido son estrictamente personales y fuera del ámbito de la fuerza”.

Siendo Domingo Cavallo ministro de Economía, fue sancionada la Ley de Emergencia Previsional que puso un tope a los montos indemnizatorios que podrían cobrar los jubilados que ganaron juicios por irregularidades en al liquidación de haberes. La Corte Suprema ratificó que los reclamos sólo podrían ser satisfechos en la medida que el Estado tenga recursos para pagarlos. Esto evidencia que la política de disolución de las Fuerzas Armadas no data de la época Kirchnerista, sino que es una continuidad del proceso de "desmalvinización", de agresión alfonsinista, menemista, y en una sistemática política en el mismo sentido hasta el presente.

Tanto al personal en actividad como en retiro de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, se le aplica un descuento del 11 % en sus haberes para sostener la Caja Previsional que no son proporcionales a causa de la cantidad de sumas en negro que engrosan los sueldos. Por otra parte, el Gobierno en la unificación de Cajas y prestaciones sociales, acabará derivando todo a la ANSES y al PAMI, que marcan el futuro previsional de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, en un avance de su disolución, según ya fuera denunciado por este medio.

¿"JUSTICIA Y CONCORDIA"? ¡NO: PODER ARBITRARIO Y ODIO PERPETUO!





Por Cosme Beccar Varela


e-mail: correo@labotellaalmar.com


Buenos Aires, 25 de marzo del año 2010 - 960




En la famosa novela "1984" de George Orwell (escrita en los años 30, vaticinando el futuro del mundo "civilizado" bajo el dominio del socialismo) se cuenta que el pueblo, sometido a la irresistible presión de la tiranía anónima de los dominadores, todos los días después de la hora de almuerzo era obligado a concentrarse en un anfiteatro para tener "un minuto de odio". Durante ese tiempo se proyectaba en una enorme pantalla la cara del "Enemigo Público Nro. 1" (personaje inventado pero al que se describía como un malvado) y al verlo la gente podía insultarlo, gritar y manifestar su odio como quisiera, descargando contra ese ser ficticio todo el odio que sentía contra la tiranía a la que estaba sometida, ésta sí bien real y opresiva.




Además de crear así mediante el odio a ese personaje ficticio un desahogo al odio real, desorganizado e impotente de sus esclavos, los tiranos invisibles podían dirigirlo contra sus enemigos políticos atribuyéndoles ser subordinados o cómplices del Enemigo Público Nro. 1. Mediante ese sistema podía iniciar guerras, persecuciones, encarcelamientos, asesinatos, desapariciones forzadas, secuestros, etc.




Y para completar el cuadro, el Gran Hermano (así se hacía llamar la tiranía oculta) mediante un sofisticado sistema de supresión, podía modificar la Historia borrando de cualquier colección de diarios del pasado toda referencia a los enemigos eliminados, reimprimiendo las ediciones en que se los mencionara sin referencia alguna a ellos.




* * *




La campaña siniestra de odio contra todos los militares (menos contra sus actuales sirvientes uniformados) que el kirchnerismo ha montado desde el 2003 es una técnica análoga.




El carnaval siniestro desatado ayer 24 de Marzo es una prueba más de que esa técnica no ha cesado ni cesará, a no ser que sea derrotada totalmente.




Todo el odio de las izquierdas, de las cuales el gobierno es la punta de lanza, fue exhibido obscenamente en distintos escenarios.




Primero, fue la Sra. Kirchner que lo expresó hablando en la ex-Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y en su discurso amenazó claramente a los jueces para que se apresuren a dictar sentencias arbitrarias contra los "enemigos públicos nro.1" que son los militares acusados de "represión" y "genocidio". "La Nación" titula su primera página inequívocamente así: "FUERTE PRESIÓN A LOS JUECES POR CAUSAS SOBRE DESAPARECIDOS".




Con el aplauso de las madres y abuelas de la plaza de mayo, dijo que si no lo hacían, recurriría a los tribunales internacionales. Esa no fue sino una cortina de humo porque sabe muy bien que los jueces de aquí harán lo que se les exija, es decir, condenar sin pruebas a las máximas penas a todos los acusados, sean o no culpables.




Algunos jueces no han dictado hasta ahora esas sentencias tal vez por un resto de pudor: no hay pruebas y sin ellas no se puede ignorar la presunción de inocencia de que goza todo acusado mientras no se demuestre su culpabilidad. Las declaraciones "testimoniales" de los terroristas, izquierdistas y demás cómplices del sistema son inválidas porque esos “testigos” son parciales y su testimonio inválido. Sin embargo, tampoco se atreven a sobreseer a los acusados pues temen incurrir en las iras del odio. Es obvio que la intención de la campaña que lo fomenta es impedir el más mínimo "desvío" hacia la Justicia.




Por otra parte, hay otros jueces, especialmente en las instancias superiores y sobre todo en la Corte Suprema, que están dispuestos a cumplir con las consignas del odio del que participan. No son jueces, son ideólogos capaces de todo... menos de respetar la Justicia.




El discurso de la mujer que encabeza en lo visible la tiranía, fue transmitido más tarde por la cadena nacional de radio y TV.




Entretanto, en la plaza de mayo los diversos grupos de izquierda hicieron un acto atizando el mismo odio y mostrando otra faz de la amenaza: la de los "dueños de la calle".




Los "diarios serios" intentaron hacernos creer que eran 50.000 aunque divididos en tres grupos antagónicos. Mentira. No eran más de 10.000 y si bien ostentaban distintas denominaciones todos respondían al mismo comando del odio. El peronismo sindical incluido puesto que, con Moyano a la cabeza, estuvo presente en la plaza demostrando que el peronismo está muy lejos de ser "una barrera contra el comunismo" como dicen los eternos tilingos de la "falsa derecha".




Esta es la respuesta de la tiranía minoritaria, pero astuta e inescrupulosa, a los intentos ingenuos de los que creen que pueden esperar "justicia y concordia" con esta banda de perversos. Ellos están diciendo con sus palabras y con sus gestos más o menos lo siguiente:




"Tenemos todo el poder y odiamos a la Argentina verdadera, sus tradiciones, sus Institucionesy sus garantías individuales. La vamos a destruir y a quien se atreva a menoscabar el poder que hemos conseguido para lograrlo o reducir sus objetivos, lo señalaremos como blanco de este odio que estamos acumulando, y será aplastado. Por ahora no hemos derramado demasiada sangre pero no tengan la menor duda de que, así como en el pasado fuimos terroristas asesinos, lo volveremos a ser desde el poder y sin riesgo de ser perseguidos en nombre de la ley. Usaremos la fuerza pública de que disponemos y la de la calle, que también tenemos, a la que le garantizamos total impunidad para romper y matar".




Ayer la amenaza quedó clara y la esperanza de una "concordia" con estos malvados o de una "justicia" a ser reconocida por jueces cómplices o amenazados, es inexistente.




¿Cuánto tardarán los buenos patriotas en darse cuenta de esto y en dejar sus quiméricos intentos de "justicia y concordia"? ¿Cuánto tardarán en darse cuenta que su campaña es inútil y sólo sirve para distraer y dividir?




Sólo queda una salida: derrotar esta tiranía cuanto antes. Para eso, lo primero que hay que hacer es, todos juntos, insistir en el juicio político a la usurpadora de la Presidencia y a sus ministros, exigiendo a la oposición que actúe realmente como tal y no como comparsa innoble de la tiranía. Con esta gente y este odio, no se puede esperar sino lo peor, siempre.